Artículo Original
Autores
Miguel R. López Baldizón
Palabras clave
Ozono,
plaquetas,
fibrina,
bolsa de ozono,
L-PRF
Resumen
Las ulceraciones cutáneas son un problema clínico común que aparece con el aumento de la edad media de la población. Los problemas de cicatrización no son infrecuentes cuando hay factores predisponentes como artritis reumatoidea, diabetes, trastornos circulatorios periféricos, obesidad o cicatrices previas. Algunas condiciones de morbilidad pueden estar relacionadas a una deficiencia de factores de crecimiento en el sitio ulcerado, como el factor de crecimiento derivado de plaquetas, factor de crecimiento epitelial, factor de crecimiento vascular endotelial, resultando en una deficiencia del proceso de curación.
El papel clave de los factores de crecimiento en la curación de heridas ha estimulado significativos esfuerzos de investigación apuntando a probar diferentes productos derivados de plaquetas como tratamientos para mejorar la curación de heridas crónicas.
La fibrina rica en plaquetas conteniendo leucocitos (L-PRF) es una matriz 100% autóloga derivada de la propia sangre del paciente y no contiene aditivos. El proceso de obtención de L-PRF concentra las plaquetas de 3 a 5 veces la cantidad encontradas en la sangre total. Una vez que las plaquetas son activadas por la trombina autóloga, se inicia la cascada de coagulación. Los gránulos α contenidos en las plaquetas liberan factores de crecimiento vitales.
El uso combinado de este nuevo material biológico con la ozonoterapia en el tratamiento de úlceras cutáneas representa una nueva sinergia en la experiencia clínica destinada a mejorar los resultados clínicos. Explorar esta y otras ideas diseñadas para promover la armonía fisiológica en todo el espectro de la curación, redundará en beneficio de nuestros pacientes.
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