Editorial
Autores
Adriana Schwartz
Resumen
El COVID-19 nos obligó a cambiar planes, proyectos, rutinas y hasta maneras de hacer medicina; incluso de cómo aprobar medicamentos que no cumplían las condiciones de seguridad y eficacia, que supuestamente se exigen de todo producto destinado a tratar enfermedades de seres humanos.
De acuerdo a los diferentes comunicados de la OMS (Organización Mundial de la Salud) emitidos desde el inicio de la pandemia, todos deberíamos tener muy claro dos puntos que son las marcas indelebles del desafío planteado por la pandemia a la ciencia sanitaria: (1) El virus del COVID-19 tiene características bastante desconocidas, y con una velocidad de mutabilidad francamente diferentes a otros virus. (2) No existe todavía la “pócima mágica” de los siglos anteriores, llamada hoy en día “vacuna” que pueda enfrentarse eficazmente al virus.
La carrera desesperada de las empresas farmacéuticas, se inició desde febrero 2020, en busca del “Sagrado Grial” que elimine la pandemia, para así seguir subiendo en la escalera del prestigio científico, además de obtener ganancias desorbitadas por la supuesta panacea de lo que descubran.
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